Los perros y los humanos envejecemos a velocidades diferentes, pero dentro de los propios perros, también encontramos variaciones. Los perros pequeños envejecen a distinto ritmo que los grandes. Te presentamos gráficamente la representación de los años del perro en relación a la de los humanos.
Expertos aseguran que su visión es dicromática, es decir, que solo aprecian 2 de los 3 colores primarios con conos de máxima sensibilidad a la luz amarillo-verdosa y azul-purpúrea.
Los bovinos tienen la capacidad de visualizar el horizonte mientras se encuentran pastoreando, pero pueden llegar a tener dificultades para enfocar rápidamente la vista en objetos cercanos.
Como no pueden distinguir la gama completa de colores, sino solo algunos primarios, ellos no ven lo mismo que los humanos observamos. Entonces se debe tener en cuenta que esas sombras en forma de escalerillas le pueden llegar a generar alguna sensación de angustia.
Una de las más importantes es la emoción que sienten cuando resuelven un problema, lo cual se manifiesta en la forma en la cual se aceleran los latidos de su corazón
Por otro lado, este hermoso animal tiene la capacidad de construir relaciones de amistad con otras de su misma especie, por lo que es común verlas en la granja con un grupo reducido de compañeras.
Así mismo, al igual que ocurre con los perros, este ser cuenta con una impresionante memoria que le hace aprender su nombre y responder a este.
Los cerdos prefieren dormir acompañados nariz con nariz, tambien sueñan en cantidades similares a las que soñamos los humanos y ademas poseen más de 20 sonidos para comunicarse en diferentes situaciones.
Una curiosidad que nos llama la atención a la especie humana, es que la dentadura de los equinos nunca para de crecer. Se trata por tanto, de una dentadura que crece a lo largo de los años, de ahí que muchas veces, los dientes de los caballos se vuelvan de puntas filosas lo que le provoca dolores muy fuertes al caballo.
El número de dientes con el que cuentan los caballos normalmente son 46. Unos dientes que comienzan siendo de leche y que cambian a los cinco años de edad. Se tratan por tanto de una dentadura muy característica, ya que los dientes delanteros se encargan de cortar la hierba, mientras que los laterales se encargan de moler el forraje.
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