Hay algunos síntomas que debemos tener en cuenta para detectar si un caballo está enfermo:
– Si tiene la respiración y/o el pulso acelerados: la respiración de un caballo sano está entre las 8 y las 12 inspiraciones por minuto y su pulso aproximado es de 36-42 latidos por minuto.
– Si muestra un carácter extraño.
– Si presenta síntomas de dolor evidentes.
– Si tiene una temperatura mayor de 38º C.
– Si se tumba en el suelo.
– Si se queda quieto y se niega a andar.
– Si sus heces son pequeñas, líquidas o de un color extraño o bien su orina es de un color extraño.
– Si se muestra abatido y triste.
– Si tiene ojos inexpresivos y apagados, incluso a veces llorosos.
– Si tiene las orejas caídas hacia atrás.
– Si lleva la cabeza baja.
– Si el pelo se ha quedado sin brillo y está opaco.
– Si escarba, suda mucho y está inquieto, puede tener un cólico.
– Si saliva en abundancia, puede ser síntoma de haber comido alguna hierba nociva o haberse clavado algo en la boca.
– Si se tambalea al andar, puede haberse envenenado.
– Si parece que intenta vomitar, arqueando el cuello y el dorso y haciendo esfuerzos con los músculos de la barriga, puede existir algún problema en el esófago.