Son fuertes dolores en el vientre, y que se acompañan de alteraciones funcionales e incluso en la topografía de las vísceras de la cavidad abdominal.
Pueden ser debidos a múltiples causas, las más habituales son:
– Un cambio repentino en la dieta del animal. Una dieta escasa o excesiva. Una dieta compuesta por alimentos ricos en energía o muy ricos en proteína.
Una dieta con una cantidad excesiva de fibra bruta poco digestible. Aguas duras, el agua en cantidad insuficiente o cuando ésta se administra excesivamente fría o contaminada.
– Un empacho.
– Una infestación parasitaria en el aparato digestivo (un 30% en animales guardados en establos y un 90% en los animales en libertad). La desparasitación rutinaria disminuye la presentación de cólicos de forma considerable.
Pueden ser de diferentes tipos, entre los más comunes podemos señalar:
– Cólico espasmódico: produce en el caballo dolores fluctuantes.
– Cólico hepático: producido por el paso de un cálculo por las vías biliares.
– Cólico renal: debido al paso de un cálculo por las vías urinarias.
– Cólico de torsión: producido por la torsión del intestino del caballo.