El gran cuello de botella en la industria porcina mundial no está en la producción de lechones al nacer, sino en la capacidad que tiene esta hembra de generar condiciones para que este lechón sobreviva en los primeros días de vida. En este sentido, el momento del parto y los primeros días posparto son en muchas realidades productivas las grandes responsables por la diferencia entre el número de lechones al nacimiento y al destete. Esto se debe a una mayor probabilidad de muertes al nacer y a una pérdida de ingesta de calostro por parte de los lechones. Lo que se traduce en un desafió adicional en la sala de maternidad.
Una de las soluciones relacionadas con nutrientes es la ingesta adecuada de hierro es por ello que es recomendable monitorear este mineral en los lechones y en su caso proporcionar dosis adecuadas para su crecimiento.
Fuente: Revista Actualidad Porcina no. 64
Recomendación Adicional: Comadsa recomendamos Comafer 100, un vitaminico destinado a la prevención y tratamiento de anemias por deficiencia de hierro en porcinos lactantes y jóvenes.